Una novillada sin picadores en la localidad sevillana de Cazalla de la Sierra ha sido el escenario elegido por la Consejería de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa para llevar a cabo pruebas con nuevos útiles de torear. En esta ocasión, se han probado banderillas y divisas diferentes a las habituales, con el objetivo de mejorar la eficacia y la seguridad tanto para el toro como para el torero.
El Gobierno andaluz, en cumplimiento de lo acordado en las terceras Jornadas Técnicas de Presidentes y Delegados de la Autoridad, ha puesto en marcha esta iniciativa. Durante este evento, que tuvo lugar el pasado marzo en Granada, se discutió el análisis y evaluación de los útiles de torear en el marco de la aplicación del nuevo Reglamento Taurino de Andalucía. Expertos como el veterinario Julio Fernández y el matador de toros y fabricante Manuel Sales estuvieron presentes para plantear las mejoras que se están probando, comenzando por la divisa y la banderilla.
El consejero Antonio Sanz ha destacado la importancia de modernizar sin destruir la tradición taurina, buscando ampliar la aceptación social y mejorar la autenticidad de las corridas de toros. Asimismo, ha subrayado el compromiso del Gobierno andaluz en proteger la Tauromaquia a largo plazo y mantener a Andalucía como referente internacional en este ámbito.
En este contexto, se ha llevado a cabo la prueba durante la segunda semifinal del XXXI Ciclo de Novilladas sin Picadores en Clase Práctica, que culminará en la Gran Final el próximo 30 de agosto en Villacarrillo (Jaén). En este evento, organizado por la Asociación Andaluza de Escuelas de Tauromaquia ‘Pedro Romero’, se lidiarán seis novillos de la ganadería portuguesa de Condesa de Sobral, con la participación de destacados espadas como Isaac Galvín, Juan Jesús Rodríguez, Noel García, Cristian Restrepo, José A. de Gracia y Fernando Lovera.
La Tauromaquia, con su combinación de tradición, arte y respeto animal, busca innovar y adaptarse a los tiempos actuales, buscando siempre la satisfacción del público y promoviendo un modelo que pueda ser exportado a otras comunidades autónomas y países taurinos. La experimentación técnica y el compromiso con la preservación de esta manifestación cultural son fundamentales para asegurar su continuidad y relevancia en el futuro.
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