El Centro Andaluz de la Fotografía (CAF), entidad dependiente de la Consejería de Cultura y Deporte, ha inaugurado por primera vez su laboratorio de revelado y positivado de imágenes fotográficas con la actividad ‘El cuarto oscuro del CAF’. Este taller básico de revelado fotoquímico, impartido por Antonio Jesús García, Ché, fotógrafo y docente emérito en la Escuela de Arte Carlos Pérez Siquier en Almería, está dirigido a aquellos que desean comprender los procesos que llevan a la creación de una imagen, desde el ojo humano hasta un soporte estable.
Según el director del CAF, esta iniciativa no surge de la nostalgia por el pasado, sino como una apuesta por la creación contemporánea, reconociendo que la fotografía digital no ha desplazado por completo a la fotoquímica. Muchos fotógrafos destacados en la escena actual continúan trabajando en analógico, valorando la materialidad de la imagen y la artesanía. Por ello, el Centro Andaluz de la Fotografía les brinda un laboratorio bien equipado para culminar su trabajo y exhibirlo en sus salas.
El laboratorio, que representó una inversión de 40.000 euros, cuenta con ampliadoras para positivado en blanco y negro, ampliadora a color, equipamiento para procesado de películas y papeles fotográficos, así como material fungible y químicos necesarios para el proceso completo de una fotografía, desde la toma hasta el fijado de la imagen en papel.
Para marcar la apertura del laboratorio, el CAF ha puesto en marcha un taller de revelado llamado ‘El cuarto oscuro’, en el que participaron cinco aficionados a la fotografía sin experiencia previa. El fotógrafo Antonio Jesús García, Ché, líder del taller, es reconocido por su enfoque en la fotografía de calle y su habilidad para capturar momentos únicos. Ha impartido seminarios en instituciones como la Universidad de Almería y colabora en publicaciones como La Voz de Almería.
La construcción de este laboratorio coincide con el bicentenario de la primera fotografía de la historia, ‘Vista desde la ventana de Le Gras’, tomada alrededor de 1824 por Nicéphore Niépce. Con esta iniciativa, el CAF busca fomentar la práctica de la fotografía analógica y ofrecer un espacio para la experimentación y la creación artística en este medio tradicional.
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