Aunque se define como pianista y director musical por encima de todo, Francisco Soriano, catedrático de repertorio musical del Conservatorio Superior Manuel Castillo, ha asumido el desafío de dirigir el primer Festival de Ópera de Sevilla. Su objetivo es convertirlo en un referente en el circuito cultural lírico, con una periodicidad bianual. Tras meses de arduo trabajo junto a su equipo y los responsables de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, han logrado dar forma a un proyecto con significado, estimulante y de alta calidad.
En una entrevista con los alumnos de la Universidad Loyola, Soriano comparte su experiencia en el mundo de la ópera y cómo surgió la oportunidad de programar este festival. Destaca que, aunque su pasión inicial era ser pianista, descubrió que tenía habilidades para la programación y la creación artística, lo que lo llevó a asumir este rol como director artístico del festival.
Su función principal es concebir la programación global del evento, asegurando que tenga coherencia y sentido. Desde producciones alquiladas hasta creaciones propias, Soriano se encarga de coordinar todos los aspectos artísticos del festival. Además, se esfuerza por diseñar un programa que atraiga a un público altamente especializado, así como a nuevos espectadores interesados en experiencias culturales estimulantes.
Una de las decisiones más destacadas del festival es llevar la ópera a lugares emblemáticos de Sevilla, como la Real Fábrica de Artillería y el Patio de la Montería de los jardines del Real Alcázar. Estas elecciones no fueron casuales, sino que se basaron en la inspiración de festivales de ópera reconocidos a nivel internacional.
El impacto que buscan lograr en la sociedad es significativo, tanto en términos culturales como turísticos. Aspiran a situar al festival como uno de los mejores de España y a integrarse en el circuito europeo de festivales de ópera. Con objetivos claros de crecimiento y calidad artística, esperan consolidar esta iniciativa como un evento de referencia en el ámbito lírico.
En cuanto a las obras destacadas, Soriano menciona «Les Enfants Terribles» como uno de los productos más personales y cuidados del festival. Además, plantea ambiciosos objetivos a futuro, como la realización de óperas de gran formato en espacios emblemáticos de la ciudad.
En resumen, el Festival de Ópera de Sevilla se presenta como un proyecto agotador, ilusionante y oportuno para la ciudad. Con la elección de una artista como Ana Barriga para el cartel anunciador, buscan acercar el festival a un público más joven, manteniendo siempre la identidad y la esencia de la ópera en cada detalle.
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