
Cuerpo Superior
Álvaro García Pascual ha vuelto a tener protagonismo en el primer equipo tras la llegada de Joaquín Caparrós. El malagueño tuvo minutos en El Sadar y trabaja a diario en dinámica del primer equipo. Este jueves, el malagueño fue protagonista en ‘El Cubo’ de Sevilla FC +, donde dejó claro que el vestuario sabe lo mucho que se juega ante el Leganés: «El equipo lo sabe, se está entrenando a un ritmo altísimo y el míster te lo inyecta. Quiere que tengamos esa sangre y se nos vean esas ganas. El equipo sabe lo que es el domingo». En cuanto al aspecto personal, reconoce que su crecimiento no es fácil de asimilar: «No soy consciente ni quiero serlo. Quiero centrarme en cada partido y defender los colores del Sevilla a muerte, hasta el último día que esté aquí. El 95% es confiar en ti mismo y luego tener ese pelín de suerte de que entre la pelota, que del larguero vaya para dentro».
Su estreno fue nada menos que en la despedida de Jesús Navas: «En el momento no me paré a pensar que estoy en el partido de despedida de Jesús Navas. Estaba concentrado en modo partido. Estaba tan metido que tengo más recuerdos del antes y el después que del propio partido. Me sentí muy bien y me acuerdo del partido y además de ganar, Manu Bueno marcó, con el que comparto vestuario todos los días. La celebración después, que no se fue ni una persona del estadio. Todo el mundo saltando y gritando. Era de película y yo estaba ahí«.
«Cualquier minuto que juegue con esta camiseta es un privilegio»
Lógicamente, fue el estreno soñado: «No me lo hubiese imaginado nunca. Tienes ese sueño de cualquier chaval que no se te va de la cabeza, pero lo ves muy lejos y te cuesta mucho creer que va a pasar. Orgulloso de lo que dijo Jesús de mí. Es muy cercano y no te queda otra que quererlo por cómo es. Con todo lo que ha ganado y lo que ha vivido, es uno más».
Ahora mira hacia delante pero sin presión: «Cualquier minuto que juegue con esta camiseta es un privilegio. Tenemos que dar el callo todos los que venimos desde abajo. El míster mira mucho por la cantera y por los jóvenes y transmite esa pasión. Eso se nota luego en los partidos, hasta en el gimnasio». Para terminar, habló de dónde ve su tope: «Nunca lo he pensado. No me quiero poner límites. Lo que hago es trabajar, esforzarme y lo que tenga que venir, eso será. Cuando me esfuerce al 100%, ahí estará el límite».