
La plaza de La Gavidia, en pleno centro de Sevilla, fue el lugar de una concentración convocada por la comunidad senegalesa en la ciudad, exigiendo conocer la «verdad» sobre la muerte de Mamour Bakhoum, un vendedor callejero de 43 años que se ahogó en el río Guadalquivir mientras intentaba escapar de la Policía Local.
La manifestación, convocada por la Asociación Senegalesa, contó con una gran asistencia y los participantes exigieron «justicia» por la muerte de Mamour Bakhoum, quien dejó una hija de tres años y vendía productos en la calle sin autorización para mantener a su familia. La indignación del colectivo fue evidente durante la protesta.
Uno de los integrantes del grupo habló para expresar que los familiares, compañeros y amigos del fallecido quieren conocer la «verdad» sobre lo sucedido.
«PERSECUCIÓN» POLICIAL.
El jefe de la Policía Local de Sevilla, Antonio Luis Moreno, defendió que Mamour Bakhoum tuvo un comportamiento «inesperado, sorprendente e incongruente» el día del suceso, afirmando que se arrojó al río después de ser sorprendido por los agentes. Sin embargo, un miembro de la comunidad senegalesa aseguró que hubo una «persecución en toda regla» por parte de la policía.
Según este miembro del grupo, dos motos de la Policía Local siguieron a Mamour Bakhoum hasta el muelle de Nueva York, donde finalmente se arrojó al río. Considera que no fue un seguimiento, sino una «persecución» y posiblemente un «asesinato».
«QUERIA GUARDAR LA MERCANCIA QUE TENÍA»
Según otro miembro del grupo senegalés, Mamour Bakhoum intentó salvar la mercancía que llevaba consigo antes de arrojarse al río. Cuestionó la versión de la Policía Local que afirma que intentaron disuadirlo de lanzarse al agua, y señaló que dos agentes se lanzaron al río para intentar salvarlo.
Este miembro del grupo criticó las supuestas mentiras difundidas por la policía, las autoridades y los periodistas sobre los hechos, preguntando retóricamente por qué no se dice la verdad.
MÁS «PUENTES» EN LUGAR DE «DÍAS»
Otra integrante del grupo señaló que las autoridades españolas perpetúan la vulnerabilidad y el sufrimiento de quienes buscan refugio al imponer obstáculos para trabajar legalmente. Criticó las leyes españolas por no fomentar la integración, sino por dificultarla.
Después de la muerte de Mamour Bakhoum, un grupo de su familia y amigos se dirigió a la sede de la Policía Local, donde se produjeron disturbios que terminaron con la detención de una persona acusada de agresión a los agentes. Al día siguiente, fue puesto en libertad.